Efesios 1:1-14
“Pablo, apóstol de Jesucristo por
la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso: Gracia
y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares
celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo,
para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos
predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el
puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la
cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el
perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para
con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio
de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en si mismo, de
reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los
tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. En
él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito
del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin de que
seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en
Cristo. En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el
evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con
el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la
redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria”.
A los creyentes que se sienten
frustrados en cuanto a su vida espiritual, les hace falta conocer dos cosas muy
importantes: la comprensión de la voluntad de Dios y los pasos necesarios que
hay que dar para descubrir su plan para sus vidas.
Comencemos dando una mirada a la
“voluntad expresa” de Dios, que incluye sus planes inmutables para el mundo.
Como el gobernante soberano, Él tiene el control de todo; ningún gobierno
asciende al poder, y ningún padecimiento físico ocurre a menos que Dios lo
permita. Él ha determinado que llevará a cabo el plan que se trazó mucho antes
de la creación.
El Señor revela muy poco de su
voluntad a la humanidad. Podemos prever solo los acontecimientos que Él ha dado
a conocer, tales como el regreso de Cristo y el juicio ante el gran trono
blanco (Apocalipsis 19:11; 20:11-15). Gran parte del conocimiento que tenemos
proviene de nuestra experiencia y de la lectura de la Biblia. Sabemos ,
por ejemplo, que el Señor nos ha dado libre albedrío limitado, y que tiene un
plan para redimirnos del pecado que hay en nuestras vidas.
El Señor hará su voluntad, ya sea
que creamos o no en su soberanía. Su plan es mucho más grande de lo que podemos
comprender, y fue ideado de una manera que glorificará a Dios, al mismo tiempo
que pone de manifiesto nuestra necesidad de Él.
El propósito de Dios es su
gloria. Debido a que nuestra limitada perspectiva ve solamente la maldad del
mundo, la enfermedad, la guerra; la gente se pregunta cómo puede Dios permitir
que estas cosas sucedan. Pero sabemos que “Dios dispone todas las cosas para
bien” (Romanos 8:28).
“Gracia y Paz”
Meditación Diaria
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