Filipenses 3:14
“Prosigo al blanco, al premio de
la soberana vocación de Dios en Cristo Jesús”.
Todos los verdaderos Cristianos
llegaran al cielo, pero hay una diferencia entre entrar apenas y entrar con
honor y celebración. ¿Has visto a un atleta corriendo e inclinándose hacia la
cinta para ser el primero? Así Pablo llevaba la vida cristiana y así nosotros
también debemos vivir; como alguien que quiere ganar el premio. No luchamos por
la salvación. Cristo ya la compro por nosotros por su sufrimiento y por la
muerte en la cruz. Pero le servimos por el amor y la gratitud. Piensa en las
heridas de Cristo, las llagas del látigo, y la sangre que vertió, y si esto no
es suficiente para provocarte a honrarle, amarle y servirle, entonces debes
examinarte para estar seguro de que si estas en el o no; de que si eres salvo o
no. ¡Prosigamos la meta como Pablo!
“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día
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