Salmo 112:1-2
“Bienaventurado el hombre que
teme a Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera. Su descendencia
será poderosa en la tierra; La generación de los rectos será bendita”.
Sin fe, la gente acude en todas
partes en busca de seguridad, incluso en las direcciones más inútiles y
patéticas.
La gente recurre incluso a las
estrellas silenciosas, el estudio de los signos del zodiaco, en busca de signos
de buena suerte, echando por ahí como náufragos en una roca sobre la que
aferrarse.
Isaías observado todo esto hace
casi 3.000 años, dijo: "Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a
los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su
Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos? (Isaías 8:19).
El hombre que teme a Dios no teme
nada. Esto es lo que el Señor dice: "No aprendáis el camino de las
naciones, ni desmayéis por señales en el cielo, aunque sus naciones las
teman" (Jeremías 10:2).
Reconocemos nuestro Dios en toda
su grandeza impresionante y su poder para salvarnos, y nada tiene mayor poder.
Lo amamos y confiamos en Él.
“Gracia y Paz”
Uno mas para Cristo
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