Romanos 8:28
“Y sabemos que a los que aman a
Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su
propósito son llamados”.
A diario nos preguntamos cómo
creyentes, ¿por qué tenemos que sufrir? La fidelidad y obediencia a Dios no nos
garantiza que no vayamos a tener sufrimiento en nuestra vida. Pablo cuando
llegó a predicar a Roma, llegó encadenado con retrasos, tormentas y naufragios.
El creyente de hoy puede estar en voluntad y obediencia a Dios. Sin embargo,
podemos caminar en sendas de pruebas, dolor y dificultades, pero aún así,
podemos estar seguros que Dios obra en todo para beneficio de quienes le aman. Leer
Romanos 8:28 nos motiva a soportar el sufrimiento en esta vida. El beneficio de
ser hijos de Dios nos acompaña en toda prueba, aflicción, persecución y
sufrimiento. En el nombre de Jesús, amén
y amén.
“Gracia y Paz”
Pan de Vida
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