Hechos 13:22
“He encontrado en David, hijo de
Isaí, un hombre conforme a mi corazón; él realizará todo lo que yo quiero”.
El hombre cuando establece
relaciones con otras personas, en general, mira la apariencia y a veces somos
implacables en como juzgamos a los demás. A Dios no le interesa nuestra
apariencia externa, estatus social o posición económica alguna, aspectos que el
mundo considera tan importantes.
En la historia de David, Dios nos
enseña que sólo mira el corazón. Cuando Samuel unge a David (elegido) para ser
futuro rey de Israel, tenía sólo 16 años y sus hermanos lo consideraban
“insignificante”, un simple pastor de ovejas. Obviamente, Dios no vio a David
como lo veía su familia, Dios vio su corazón. Esa es la clase de personas con
las cuales Dios desea construir su reino. ¿Qué ve Dios en tu corazón? Es
necesario orar y pedir a Dios que nos revele y quite de nuestro corazón lo que
no pertenece allí: ira, egoísmo, falta de perdón, resentimientos, sabiendo que
nos puede usar para grandes cosas. En el nombre de Jesús, amén y amén.
“Gracia y Paz”
Pan de Vida
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