1 Tesalonicenses 5:24
“Fiel es el que os llama, el cual
también lo hará”.
¿Alguna vez se ha sentido usted
desalentado en cuanto a su vida espiritual? Si sus esfuerzos por marcar una
diferencia en el mundo parecen infructuosos, un principio en cuanto a Cristo
puede cambiar su perspectiva.
El Señor sirvió a otros por amor,
y sus acciones tuvieron un impacto
tremendo en el mundo. ¿Por qué fue tan efectivo? La Biblia nos dice que Jesús
no hablaba ni actuaba por su propia cuenta, sino que dependía de su Padre,
quien moraba en Él (Juan 14:10). Y nosotros debemos seguir su ejemplo.
Pero muchas veces intentamos
servir con nuestras propias capacidades, inteligencia y poder de razonamiento.
Aunque podemos dedicar mucho esfuerzo y muchas horas sirviendo, esto por sí
solo no producirá fruto, porque no estamos sirviendo como el Señor quiere.
El servicio verdadero es
encargado, potenciado y bendecido por Dios solamente. Puede ser que nuestras
manos estén en movimiento, pero es nuestro Padre quien trabaja. Y la gloria le
pertenece a Él, no a nosotros.
¡Qué consuelo debiera darnos
esto! El Señor no está buscando personas talentosas, sino personas dispuestas a
dejar que el Espíritu Santo actúe a través de ellas. Podemos estar seguros de
que Él proveerá todo lo que necesitamos para hacer cualquier cosa que Él pida.
¿Quién de nosotros puede servir a
Dios? A decir verdad, nadie. El verdadero servicio se da solo cuando dejamos
que el Todopoderoso se derrame a través nuestro, que no somos más que simples
vasos. Y aunque el impacto no sea evidente para nosotros, sabemos que Dios ha
logrado su propósito.
“Gracia y Paz”
Meditación Diaria
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