La
ayuda de Dios para nuestro éxito
“Aconteció después de la muerte
de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de
Moisés, diciendo: Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa
este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de
Israel. Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare
la planta de vuestro pie. Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río
Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol,
será vuestro territorio. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu
vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate
y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la
cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy
valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te
mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas
prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este
libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y
hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás
prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces
y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en
dondequiera que vayas”.
Cada vez que nuestros objetivos
coinciden con la voluntad del Señor, podemos contar con su ayuda para
alcanzarlos. Esta verdad está claramente confirmada en la historia de Josué.
Puesto que Dios le dio la gran responsabilidad de introducir a los israelitas a
la Tierra Prometida ,
también le dio todo lo que necesitaba. Él hará lo mismo por nosotros cada vez
que le creamos y demos un paso al frente para lograr los objetivos que Él ha
dispuesto para nosotros.
Sus
promesas: Dios le aseguró a Josué que le daría la tierra y que nadie
sería capaz de sostenerse delante de él. Asimismo, el Señor le dará fuerzas a
usted para que logre lo que Él le ha llamado a hacer, y ni el hombre ni Satanás
podrán frustrar sus propósitos si se mantiene firme en la fe.
Su
poder: Esfuércese y sea valiente, porque encontrará obstáculos que
pondrán a prueba su obediencia. Pero ese valor no es algo que conseguimos en
nosotros mismos. Se desarrolla por medio de la confianza en el Señor. El valor
viene cuando nuestra fe es más fuerte que nuestro temor.
Su
Palabra: El éxito de Josué estuvo en su obediencia a la Palabra de Dios. Lo mismo
vale para nosotros. Si las Sagradas Escrituras no están moldeando nuestros
pensamientos, palabras y acciones, simplemente nos descarriaremos al no ir por
el camino que Dios ha planeado para nosotros.
Todo lo que necesitamos para
tener éxito en la vida nos lo da Dios. Pero esta ayuda está disponible solo
cuando decidimos obedecer su plan. Si no le hacemos caso al Señor, y fijamos
nuestras propias metas sin la guía de la Palabra , es posible que consigamos lo que
queremos, pero no será un éxito verdadero.
“Gracia y paz”
Meditación Diaria
No hay comentarios:
Publicar un comentario