Efesios 2:6
“Y juntamente con Él nos
resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo
Jesús.”
¿Ha notado alguna vez que en
muchas ocasiones compramos cosas que no necesitamos, con dinero que no tenemos,
para impresionar a personas que ni siquiera nos caen bien? Tratamos de estar a
la altura de los burgueses, pero cuando finalmente los alcanzamos, ¡ellos sacan
otro préstamo!
Permítanos aconsejarle cómo
escapar de esa rutina de comparaciones y pasar al camino de la serenidad. Usted
está aceptado con Cristo en este momento. Dios no le cambia para poder amarle:
¡Él le ama para poder cambiarle! Dios le ama tanto como Él ama a Jesús. Usted
está con Cristo, ¿y dónde está Él? Sentado en los lugares celestiales. Usted
también está sentado en esos lugares celestiales, aunque todavía tenga su
dirección en el planeta Tierra. Usted está entronado con Él.
¿Cuándo fue la última vez que
usted se comparó con otra persona? Es tiempo de desatarse del yugo de la
comparación y ¡ser libre como todo un hijo (a) del Rey!
“Gracia y Paz”
El Amor que Vale
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