“Al tercer día se hicieron unas
bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. Y fueron también
invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Y faltando el vino, la madre de
Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún
no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os
dijere. Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la
purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres
cántaros. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta
arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo
llevaron. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde
era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al
esposo, y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han
bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta
ahora”
Necesitas hacer todo lo que esté
de tu parte, para que el milagro que esperas se produzca. Dios NO hará lo que
está bajo tu responsabilidad, pero SI hará lo que está mas allá de tus
capacidades naturales.
En las bodas de Caná, para que
Jesús transformara el agua en vino, fue necesario que las tinajas fueran
llenadas hasta arriba y llevadas a otro lugar, pero era una acción humana que
el Señor demandaba como condición para el milagro. Dios no hace lo que tú
puedes hacer.
Ora por sabiduría, para que sepas
que hacer y como proceder ante esta situación imposible que ahora atraviesas.
No temas, pues cuando hayas hecho
todo lo que estaba bajo tu alcance, es cuando verás el poder y la soberanía de
Dios obrando a tu favor, aun a pesar de los tiempos difíciles que enfrentes.
“Gracia y Paz”
Reflexiones para Meditar y Compartir
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