“se necesitan dos
alas para llegar al cielo: la oración y la alabanza”. ¿Estás pasando por
momentos difíciles en tu vida? ¿Hay tristeza, angustia, dolor en tu corazón?
Clama a Dios en oración, y alábalo con cantos, y él convertirá tu lamento en
baile (Salmo 30:11). No es fácil hacerlo en medio de una prueba, pero si
confías y alabas al Señor, tu tristeza se convertirá en gozo. Es promesa de
Dios, y él siempre cumple lo que promete.
Oración:
Padre Eterno, yo quiero alabarte cada día de mi vida.
Ayúdame a mirar más allá de las dificultades y sufrimientos que pueda estar
experimentando en estos momentos, y ver todas las cosas buenas que tú tienes
preparadas para mí. Quiero honrarte como tú mereces sin que importen las
circunstancias. En el nombre de Jesús, Amén.
¡Gracia y Paz!
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