Salmo 39:7
“Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti”.
Hebreos 4:7.
“Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones”.
Quizás tu estés esperando días mejores. A veces la vida es muy difícil, y a
menudo adoptamos la actitud desilusionada de los que dicen: «Con un poco de
suerte, todo irá mejor mañana…».
¿Una vida sin problemas? Todos alimentamos las mismas esperanzas: tener
salud, prosperidad material, felicidad familiar, éxito… ¿Qué espero de la vida?
Más allá de las dificultades y de las alegrías del momento presente, me
gustaría tener éxito. No pedí nacer, pero tampoco quiero morir. Entonces, ¡que
la vida me dé toda la felicidad que me debe!
Pero, ¿merecemos esa felicidad? ¿Sabes tu que existe otra esperanza? La Biblia la califica como
buena, dichosa, segura y gloriosa. Es la esperanza que Dios nos da en
Jesucristo. ¡Para el que cree en Jesucristo y en la salvación que él ofrece
mediante su sacrificio, todo se vuelve nuevo y seguro!
Amado Amigo(a) no esperes más tiempo para volverte a Dios. Hoy es el
momento preciso para hacerlo, pues el mañana no nos pertenece. Cada instante
lejos de Dios es un instante perdido para siempre. Dios mismo te está
esperando. ¡Di sí a su amor! ¡Ve a él! Pon en sus manos toda tu vida. ¡Él
quiere llenarla!
¿Qué responderás tu? ¿Es demasiado simple aceptar el don de Dios? “No
sabéis lo que será mañana” (Santiago 4:4). “No te jactes del día de mañana;
porque no sabes qué dará de sí el día” (Proverbios 27:1).
“Gracia y Paz”
No hay comentarios:
Publicar un comentario