jueves, 7 de noviembre de 2013

OJO CON LOS FALSOS LÍDERES



Mateo 15:1-14
“Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo: ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan. Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres. Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended: No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre. Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra? Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada. Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo”.

En este pasaje, Jesús habló de líderes en quienes no se debe confiar. Llamó “hipócritas” y “ciegos guías de ciegos” a los líderes religiosos de su tiempo. Los escribas y fariseos enseñaban tradiciones de los hombres, no los mandamientos de Dios. Hoy en día también existen este tipo de líderes, los cuales proclaman que ellos tienen la verdad, y diseñan una especie de Teología selectiva en la que utilizan ciertas porciones de la Biblia para justificar sus doctrinas y sus propósitos. El apóstol Juan se refiere a estos cuando escribió: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo” (1 Juan 4:1). ¿Y cómo se prueban los espíritus? Debemos hacernos preguntas como estas: ¿Refleja la vida del líder la vida de Cristo? ¿Sus acciones glorifican el nombre del Señor? Jesús advirtió a sus discípulos acerca de esta situación diciéndoles: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7:15-16).

Los falsos maestros crean división y discordia. Muchas veces tratan de parecer superiores a sus oyentes manifestando tener una espiritualidad más avanzada que los demás, quizás alegando haber tenido una experiencia espiritual que los eleva a un “nivel más alto”, pero en realidad actúan movidos por sus egos y sus bajos principios. El verdadero líder es imitador de Cristo en todo; sus acciones, sus palabras, sus gestos, todo lo que hace va encaminado a darle la gloria al Señor. Un líder confiable siempre señalará a Cristo, el cual es el camino, la verdad y la vida, y no a sí mismo. Este no tiene que preocuparse por declarar sus “buenas cualidades” pues el Espíritu Santo se encargará de hacerlo saber a todos.

Debemos ser cuidadosos al seguir a un líder, pues si bien hay líderes que han sido usados por Dios poderosamente, como Moisés y Josué, el apóstol Pablo y otros, incluyendo a muchos en nuestros tiempos, también es cierto que ha habido líderes que se han desviado del plan de Dios, como Saúl, que al final fue desechado por Dios; y en el Nuevo Testamento los fariseos, de los cuales habla el pasaje de hoy. El apóstol Pablo, en su segunda carta a los corintios, también advierte acerca de “falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo” (2 Corintios 11:13). Y si no estamos alertas podemos seguirlos ciegamente.

Hazte el propósito de leer la Biblia todos los días y medita en lo que lees. Conoce a fondo la Palabra de Dios y aplícala en tu vida. Ora y pide al Señor el discernimiento del Espíritu Santo para distinguir la verdad del error, y mantente siempre alerta ante las asechanzas del enemigo.

ORACIÓN:
Padre santo, te ruego me des discernimiento espiritual para identificar quienes son los líderes ungidos por ti a quienes debo seguir, y cuales son los que debo evitar. Pero por sobre todas las cosas ayúdame a tener mis ojos fijos en ti y tu santa palabra. En el nombre de Jesús, Amén.


“Gracia y Paz”
Dios te Habla


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