martes, 22 de octubre de 2013

¿PROVOCAS O VIVES VIOLENCIA EMOCIONAL?



Salmos 34:12-14
“El que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños; que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga”

“No es mi caso, no sucede en mi familia”

Este tema no es de los que causan mucho impacto porque la gran mayoría suelen decir “no sucede en mi familia”. Hay un tipo de violencia que no se percibe fácilmente y se practica en los hogares dañando emocionalmente a sus miembros. Si no es detenida a tiempo, puede generar ruptura en la relación: “¿Pero qué pasó? si yo le he dado todo lo que ella necesita”, “¿Por que se quiere divorciar, si yo no he sido mala con él?”

“La violencia emocional consiste en enviar mensajes, con palabras y gestos, o manifestar actitudes de rechazo, que deterioran la imagen y el valor del otro”. Es la forma de violencia que resulta más dolorosa porque destruye los sentimientos y la autoestima del cónyuge, haciéndolo dudar de sus capacidades, limitando sus habilidades para relacionarse con otros y causando confusión.


VIOLENCIA EMOCIONAL VERBAL

Proverbios 12:18
"El charlatán hiere con la lengua como con una espada, pero la lengua del sabio brinda alivio".

La violencia emocional verbal es el uso de palabras para insultar, humillar y ridiculizar al otro. Otras veces se usa para tratar inadecuadamente de convencer al otro de sus equivocaciones. Incluye actos como:

Amenazar: Promete ejecutar acciones si el otro intenta oponerse “Si no vas conmigo, habrá consecuencias”

Degradar: Disminuye el valor de la persona por medio de frases como: "Eres una estúpida", “Mira con quien me casé”, "Te portas como una niña", “Tu no eres capaz”, “Le hubiera hecho caso a mi mamá”, o con frases sutiles como: "No te preocupes, yo sé que tu no puedes hacerlo mejor”, “Disculpa tú no sabes nada de este tema"

Despreciar: Consiste en hacer sentir al otro como un objeto sin valor, burlándose, poniéndole sobrenombres o dirigiéndose al cónyuge de manera despectiva; “Feíta”, “Estás loca”, “Tan bobo”, “Ella es una fierita”, “Tan intenso”, “Mi tormento”. Este tipo de violencia se intensifica en momentos de conflicto al combinarse el dolor, el desacuerdo, la decepción o al querer imponer las ideas del uno sobre el otro.


VIOLENCIA EMOCIONAL NO VERBAL

Proverbios 18:3
"Con la maldad, viene el desprecio,  y con la vergüenza llega el oprobio"

La violencia emocional no verbal es aquella que se manifiesta con actitudes corporales de agresión como miradas de desprecio, muestras de rechazo, indiferencia, silencios y gestos insultantes para descalificar a la pareja. La mayoría de las veces sin explicaciones.

Se lleva a cabo mediante actos que a veces son muy difíciles de reconocer como violentos: desprecio por sus ideas, no tomar decisiones juntos, evitar contactos sociales con el otro, criticar su aspecto personal, la falta de estimulo, la ausencia de palabras cariñosas, el autoritarismo, la disminución de la intimidad sexual, la desconfianza.

“El que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños; que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga” (Salmos 34:12-14).


REFLEXIÓN:

¿Cómo estás usando las palabras en tu hogar? ¿Son de bendición?
¿Estimulas y alientas con tus palabras? ¿Eres tu un mediador o un opositor dentro del hogar?
¿Obligas a tu cónyuge para que haga lo que tu quieres? ¿Menosprecias en algún aspecto a tu cónyuge?

Respeta la manera de ser y de pensar de tu cónyuge. Pide perdón a su cónyuge por cada una de tus palabras y tus actos violentos. Busca la ayuda del Espíritu Santo para dejar tu orgullo pecaminoso y así poder cambiar tu carácter violento. Pídele a Jesucristo que derrame su Gracia sobre ti y así puedas ser más humilde para valorar a tu cónyuge.  


“Gracia y Paz”
Edificando Matrimonios

conforme al propósito de Dios

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