Los cristianos seremos juzgados por nuestras obras, por lo que hagamos en
la vida. No debemos pensar que podemos hacer todo lo que se nos de la gana
hacer, sin tener presente que Dios está en todo. No debemos de enojarnos,
debemos de estar contentos, y debemos apartarnos del mal, del pecado, de todo
aquello que la naturaleza del pecado quiere que hagamos, obtengamos o
presumamos. Cuidemos nuestras acciones y las intenciones de nuestro corazón.
Eclesiastés 12:13-14
“…Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del
hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa
encubierta, sea buena o sea mala”.
Eclesiastés 11:9c
“…pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgara Dios”.
2 Corintios 5:10
“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de
Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el
cuerpo, sea bueno o sea malo”.
Filipenses 2:12-13
“...ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que
en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”.
Hebreos 12:14
“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”.
“Gracia y Paz”
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