1 Crónicas 29:11
“Tuya es, oh Jehová, la
magnificencia, y el poder, y la gloria, la victoria, y el honor; porque todas
las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es
el reino, y la altura sobre todos los que están por cabeza”.
El mensaje del versículo de hoy
es semejante a la oración que Jesús nos enseñó. Nos da una idea de la majestad
de nuestro Dios. Nosotros estamos propensos a pensar que nosotros somos muy
importantes, y que todo tiene que ver con nosotros. Criaturas del momento,
rebeldes y pecadores, exageramos nuestra propia importancia, como si todo
tuviera que ver con nosotros. Para poner las cosas en perspectiva, La Biblia nos dice que
mientras que pase una larga, sin fin, eternidad, un coro de ángeles sin número,
juntamente con todos los redimidos de la tierra de todas las edades, estarán
alrededor del trono de Dios diciendo, “El Cordero que fue inmolado es digno de
tomar el poder y riquezas y sabiduría, y fortaleza y honra y gloria y alabanza.
Y oí a toda criatura que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la
tierra, y que está en el mar, y todas las cosas que en ellos están, diciendo:
Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la bendición, y la honra, y
la gloria, y el poder, para siempre jamás” (Apocalipsis 5:12,13). La escena en
el cielo será en contraste horrible con la condición de los que nunca se han
sometido a Dios, pues “serán echados a las tinieblas de afuera: allí será el
lloro y el crujir de dientes” (Mateo 8:12).
“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día
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