Efesios 1:18
“Alumbrando los ojos de vuestro
entendimiento, para que sepáis […] cuáles las riquezas de la gloria de su
herencia en los santos”.
Hace poco, conocí a una estudiante
universitaria que había puesto su fe en Cristo recientemente. Describió así el
cambio que experimentó en un primer momento: «Cuando acepté a Cristo como
Salvador, sentí como que Dios había extendido su mano desde el cielo y me había
colocado un nuevo par de ojos en mis órbitas oculares. ¡Pude entender la verdad
espiritual!».
Fue conmovedor escuchar que el
encuentro con el Salvador le había dado una nueva percepción espiritual. Pero
su experiencia no es una excepción. Todos somos dotados de visión espiritual
cuando confiamos en Cristo. No obstante, a veces nos envuelve una «neblina», y
los ojos espirituales se oscurecen y se nublan. Esto ocurre cuando descuidamos
nuestra comunión con Él.
La oración ferviente de Pablo por
la visión espiritual de los creyentes muestra cuán importante es valorar todo
lo que Dios ha hecho y hará por nosotros en Cristo. Pidió que los ojos de
nuestro entendimiento se iluminaran «para que [supiéramos] cuál es la esperanza
a que él [nos] ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en
los santos» (Efesios 1:18).
Cada creyente ha recibido un
nuevo par de ojos para discernir la verdad espiritual. Mientras mantengamos
nuestro corazón en armonía con Dios, Él nos ayudará a ver con ojos espirituales
todo lo que nos ha dado en Cristo.
¡Fui
ciego, mas hoy puedo ver!
---------------------------
LEA: Efesios 1:15-21
---------------------------
“Gracia y Paz”
Nuestro Pan Diario
No hay comentarios:
Publicar un comentario