Hebreos 13:14
Porque no tenemos aquí ciudad
permanente, mas buscamos la por venir.
Tal vez tienes un buen trabajo hoy,
y mañana lo pierdes; puedes tener buena salud hoy, y mañana te enfermas; puedes
tener mucho dinero hoy, y luego viene un desastre y todo se desaparece. Lo único
constante en este mundo es el cambio; de eso, puedes estar seguro.
Omar Khayyam dijo: “Las
esperanzas de este mundo, como la nieve en el desierto, vienen, se quedan por
unos breves minutos, y se van”. Pero las mansiones que Jesús nos está
preparando, nunca se oxidan, deslustran, ni se corrompen, sino que se quedan a
través de la eternidad. Y Jesús, él que es “de todo hermoso”, nunca cambiará.
Los Cantares dicen, “su paladar, dulcísimo: y todo él codiciable. Tal es mi
amado, tal es mi amigo, Oh doncellas de Jerusalén” (Cantares 5:16).
“Jesucristo es el mismo ayer, y
hoy, y por los siglos” (Hebreos 13:8). ¿Estarás tú esperando “aquella ciudad
con fundamentos, el artífice y hacedor de la cual es Dios”? (Hebreos 11:10).
“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día
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