Hechos 18:10
Porque yo estoy contigo, y
ninguno te podrá hacer mal; porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad.
A veces estamos como el apóstol
Pablo; “de fuera, cuestiones; de dentro, temores” (2 Corintios 7:5). Miramos
alrededor y vemos crímenes, injusticia, problemas, sufrimientos y angustia.
Nuestro barquito ha navegado por
muchas tempestades y tormentas. Miramos en la distancia y vemos grandes nubes
negras y amenazadoras. Pero todavía está en su trono, y Jesús nos está
preparando una eternidad de descanso, paz, y bendiciones, y cuando nuestro
barquito llegue al fin, a su puerto sano y salvo, vamos a morar con Él y
nuestros amados que ya están con Él para siempre en aquella “ciudad con
fundamentos” (Hebreos 11:10). “Ya veo las luces de aquella ciudad, mi hogar,
bello hogar”. Va ser hermosa. No la pierdas por las ilusiones y las vanidades
de este presente campo de batalla, de temores, de lucha, de mentiras y engaños.
Si de veras hemos tenido un encuentro con Jesús y lo conocemos como nuestro
Salvador, vamos a ver “al Rey en su hermosura”, y oiremos las palabras, “Bien,
buen siervo y fiel; entra en el gozo de tu señor” (Mateo 25:21).
“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día
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