2 Reyes 6:16
“Y él le dijo: No hayas miedo:
porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos”.
El siervo de Eliseo veía a los
ejércitos de los Siros y todos los hombres que le buscaban a Eliseo para
matarlo; pero el siervo no podía ver a los ángeles protectores que Dios había
mandado, y por eso tenía mucho miedo. “Y oró Eliseo, y dijo: Ruégote, oh
Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del
mozo, y miró: y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de
carros de fuego alrededor de Eliseo”.
Que nosotros no seamos como el
siervo de Eliseo, que lo único que veamos sea el mundo físico, con sus
problemas, guerras y conflictos, porque hay una realidad más profunda en medio de
todo esto que no vemos. Porque cuando tengamos un verdadero encuentro con Jesús
y le permitamos vivir en nuestro corazón, Él nos quitará la venda de los ojos y
veremos la realidad espiritual y fundamental detrás del escenario de nuestra
vida. De esa manera veremos que Dios si es verdadero y que le hemos ofendido con
nuestra manera de vivir; y que nuestra culpabilidad nos empuja hacia abajo a
una eternidad de vergüenza, desprecio, y castigo.
Gracias a Dios, porque Él nos
enseña a nuestro Salvador Jesucristo, resucitado de los muertos y fuerte para
salvarnos de nuestra condición de muerte. Así es que oremos como Eliseo: “Te
ruego oh Jehová, que abras sus ojos para que vean”. Amén.
“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día
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