Salmos 34:14
“Apártate del mal, y haz el bien;
Busca la paz, y síguela”.
¡Que raras han de parecer estas
palabras a los que les encanta la “vida loca,” la fiesta y los placeres de su
vida social. El mandamiento en este versículo es como si uno dijera a los lobos
y los tigres que dejen de matar y de comer carne y sangre, y que empiecen a
comer la grama o el zacate, la hierba o el pasto. Es contra su naturaleza.
Y antes de venir a Cristo y
recibirle en tu corazón, es contra la tu naturaleza dejar la profanidad, la
decepción, la vanidad, la suciedad, la mentira, y todas las otras disfunciones
y perversiones que componen la vida en la sociedad de hoy. Es como decirle a algunas
estrellas del cine y de Hollywood que dejen ya las drogas y el alcohol. Dirán,
¿Qué nos queda? La respuesta es: VIDA. Verdadera vida en el Hijo de Dios: una
vida útil y con propósito y beneficio, realizando la razón de tu nacimiento
aquí en este planeta, que es, para honrar a Dios, para conocerle y tener un
propósito en la vida, y gozar de las cosas que Él nos tiene preparadas en la
eternidad.
Te ruego y te animo a que atiendas
este asunto sin demora. Tu bienestar aquí y tu felicidad en el futuro depende
de esto. Entre más esperes para hacer esta decisión, más difícil será, y más
probabilidad que la demores hasta que sea demasiado tarde.
La eternidad está a la vuelta de
la esquina. “Busca la paz, y síguela.” En el nombre de Jesús, Amén.
“Gracia y Paz”
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