viernes, 17 de agosto de 2012

LA VIDA ANTIGUA Y LA NUEVA


Hay gente que tiene mas de 5, 10, 15, 20 o más años dentro de la Iglesia y nunca han conocido a Jesucristo, por eso siguen teniendo un corazón de piedra y no uno de carne, solamente se han amoldado a normas, dogmas y religión. Por eso es que vemos a tantos creyentes que después de muchos años siguen siendo MALICIOSOS, MALOS, DESLEALES, TRAICIONEROS, CHISMOSOS, IRACUNDOS, DE DOBLE ANIMO, AVAROS, VANAGLORIOSOS, SOBERBIOS, ORGULLOSOS, MAL AGRADECIDOS, CALUMNIADORES, etc., porque nunca se les ha revelado Jesucristo en sus corazones.

El hombre a de recorrer el camino que le lleve a la libertad, Pablo afirma "No habéis recibido espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor". Somos advertidos continuamente de que este es el gran peligro en nuestra vida cristiana, entrar nuevamente en la esclavitud. El paso por el cual un hombre puede salir de la esclavitud a la libertad gloriosa de los Hijos de Dios, debe ser de renovación continua, perfeccionándose en el amor y guiados por el Espíritu de Dios, atrás deben quedar los rudimentos mundanos a los que estábamos atados, y nos impedían seguir el camino de la libertad, no se puede tener dos amos al mismo tiempo: Dios y el mundo. Ambos son incompatibles y si servimos a uno no podremos servir al otro, hay que escoger, la decisión es nuestra, y la renovación es obra de Dios, solo hay un camino que lleva a Dios, en la Biblia lo dice bien claro, Lucas 9:23 "si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame".

Colosenses 3:5-17
“Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos. Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”.

“Gracia y Paz”
Sana Doctrina

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