“Porque el Hijo del Hombre no
vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por
muchos”.
José Morris sazona sus helados
con ingredientes que van desde el chocolate y las frutillas hasta el té verde y
los pimientos chipotle secos. Es uno de los tres fabricantes de helados de una
exitosa compañía tejana conocida por su calidad, creatividad e innovación. Pero
José no se ha olvidado de por qué lo hace.
Le contó al reportero Ricardo
Gándara que uno de los antiguos empleados siempre les recordaba: «¿Por qué
hacemos helados? Es un alimento delicioso. Estamos aquí para dar gusto a la
gente». Y por eso, José Morris hace helados.
Sabemos que es sumamente
importante recordar por qué hacemos las cosas como seguidores de Cristo. Si lo
olvidamos, nos parecemos a los discípulos que se enojaron y se dividieron al
discutir sobre quién era el más importante. Jesús les recordó que «el Hijo del
Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en
rescate por muchos» (Marcos 10:35-45).
Si nuestro objetivo es compartir
con otros la buena noticia del amor de Dios, no perderemos de vista lo que
buscamos ni seremos ásperos si alguien resiste nuestra invitación o se burla de
ella. A medida que seguimos el sendero de nuestro Señor, caracterizado por un
servicio entrañable y sacrificial, se nos recuerda que Él vino para servir y
para salvar.
Este es el motivo de todo lo que
hacemos.
Mantén
la mirada en el Señor y no perderás de vista el propósito en la vida.
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LEA: Marcos 10:35-45----------------------------------------------------------
Biblia en un año: Cantar de los Cantares 1–4
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“Gracia y Paz”
Nuestro Pan Diario
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