“Nosotros, pues, debemos acoger a
tales personas, para que cooperemos con la verdad”.
El artista y científico Michael
Flynn diseñó un tazón cantor para una competición internacional de arte,
ArtPrize, que se llevó a cabo en los Estados Unidos. Este tazón gigante no
requiere electricidad para funcionar, pero sí exige que se suministre algo que
escasea: cooperación.
Mientras observaba a la gente
tratando de hacer que el tazón cantara, me sorprendió que nadie se molestara en
leer las instrucciones sobre moverlo delicadamente. Impacientes por conseguir
que sonara, esas personas seguían intentando hacer lo que se les ocurría. Al
rato, se iban frustrados y decepcionados, como si el tazón tuviera algún
defecto.
Me pregunto cuántas veces nos
frustramos porque la vida no camina como esperamos. Seguimos tratando de hacer
lo que nos parece correcto, pero todo continúa saliendo mal. En vez de seguir
las instrucciones de la Palabra de Dios, intentamos una y otra vez salir
adelante como a nosotros nos parece.
El tazón cantor nos recuerda que
no podemos esperar que nos vaya bien si ignoramos las instrucciones del
Diseñador (Deuteronomio 4:40). La desobediencia divide a las personas entre sí
y nos separa de Dios. Para cumplir Su plan para este mundo y dar a conocer el
camino para la salvación (Salmo 67:2), debemos seguir Sus indicaciones sobre
cómo vivir y trabajar juntos y en paz. Cuando la vida no anda bien, es probable
que hayamos dejado de seguir el plan de Dios.
Lectura: Deuteronomio 4:32-40
La
vida es una canción hermosa que Dios está enseñándonos a interpretar.
“Gracia y Paz”
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