Santiago 1:5-7
“Y si alguno de vosotros tiene
falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin
reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda
es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una
parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor”.
El Espíritu ha estado poniendo
muy en claro que todas mis oraciones son totalmente en vano a no ser que ore con
fe. Yo puedo llorar, ayunar, interceder, agonizar y afanarme en oración, y no
hacer ningún impacto en el Señor – a no ser que lo haga todo eso con una fe
simple, como de niño.
Dios no actuará en nuestro
beneficio sin fe. La palabra dice, “No piense, pues, quien tal haga [el que
duda], que recibirá cosa alguna del Señor” (Santiago 1:7).
El Señor nos manda confiar en él.
Pero muy a menudo tenemos tan poca confianza en él, tan poca fe en su buena
disposición y deseo de contestar el clamor de nuestro corazón. Cuando lleguemos
al cielo, estaremos asombrados de descubrir todas las bendiciones, paz y poder
que teníamos a nuestra disposición pero que no los apropiamos debido a nuestra
fe débil.
ESTOY SIENDO MOVIDO GRANDEMENTE
POR EL ESPÍRITU SANTO A DESAFIARLO A AUMENTAR SU FE. Pídale al Señor que
perdone su incredulidad y que llene su alma con confianza en la disposición que
él tiene de responder abundantemente a sus oraciones sinceras.
¿Quiere usted una fe aumentada?
Cuando vaya a orar nuevamente, use las siguientes Escrituras para entrar en
razón con el Señor. Él no negará su propia Palabra. Aprópiese de éstas:
Salmo 62:8
“Esperad en él en todo tiempo, oh
pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón;
Dios es nuestro refugio. Selah”
Salmo 91:4
“Con sus plumas te cubrirá, Y
debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad”.
Salmo 56:3
“En el día que temo, Yo en ti confío”.
Proverbios 30:5
“Toda palabra de Dios es limpia; El
es escudo a los que en él esperan”.
Jeremías 29:10-14
“Porque así dijo Jehová: Cuando
en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre
vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar. Porque yo sé los
pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y
no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y
oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis
de todo vuestro corazón. Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré
volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los
lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os
hice llevar”.
¡Siga agarrándose por fe! Él le
contestará, y pronto.
“Gracia y Paz”
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