MIENTRAS HAYA VIDA HAY ESPERANZA
2 Corintios 6:2.
“He aquí ahora el tiempo
aceptable; he aquí ahora el día de salvación”.
1 Timoteo 2:3-4.
“Dios nuestro Salvador… quiere
que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”.
Escuché decir esta frase como
consuelo a la esposa de un hombre que estaba muy enfermo. Con ella se quería
decir que por muy grave que sea una enfermedad, la vida siempre puede ganar la
batalla. De hecho, a veces hemos visto cambios radicales y sorprendentes en
enfermos desahuciados.
Pero la mayor esperanza, mientras
uno está vivo, es que todavía tiene la oportunidad de volverse a Dios. Este es
el profundo deseo de Dios, quien “quiere que todos los hombres sean salvos y
vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:4). El hombre recibió la vida
a fin de que pudiese creer, conocer a Dios y recibir la vida eterna, para vivir
en feliz comunión con él.
¡Pero hay que aprovechar esa
oportunidad hoy! Después de la muerte no habrá ninguna posibilidad de ponerse
en regla con Dios. La Biblia
es muy clara en cuanto a este asunto: “Está establecido para los hombres que
mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27). Por lo tanto
nuestro porvenir eterno depende de la manera en que hayamos respondido a las
invitaciones que Dios hace a cada persona durante su vida terrenal. Como usted
todavía está vivo, aún puede tener un encuentro con Dios. Jesús se presenta hoy
como Salvador. No espere más, pues a medida que su vida pasa, esta esperanza va
menguando. “Que vuestra fe y esperanza sean en Dios” (1 Pedro 1:21).
“Gracia y Paz”
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