1 Juan 5:13.
“Estas cosas os he escrito a
vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis
vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios”.
Juan 1:12
“Mas a todos los que le
recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos
de Dios”
Algunos creyentes se hacen tantas
preguntas acerca de su estado espiritual que terminan por perder la convicción
de ser salvos: ¿Comprendí bien el mensaje del Evangelio? ¿Creí bien lo que hace
falta creer para ser salvo? Los pecados cometidos antes de mi conversión son
perdonados, pero, ¿los que cometo ahora lo son también? Todas estas dudas y
muchas otras turban su alma y les quitan la paz.
A toda persona así atormentada
queremos decirle: es cierto que usted era una criatura perdida, indigna, pero
Dios mostró su amor para con usted al enviar a Su Hijo para que llevara en la
cruz su culpabilidad. Échese en el océano de ese amor infinito, en el cual
nadie puede zozobrar. Todo fue hecho para usted: la deuda moral que tenía con
Dios está pagada, Satanás fue reducido al silencio, todos sus pecados fueron
expiados. Todas las exigencias de Dios han sido satisfechas. ¿Qué más quiere?
¿Sería usted más exigente que Dios mismo? ¿Por sus preguntas puede usted
reducir el valor del sacrificio de Cristo? ¡Por supuesto que no!
Entonces, que Dios disipe con los
rayos de su amor las nubes que oscurecen nuestra mente. ¡Que nos llene de gozo,
seguridad y certeza, pero no olvidemos que Dios también quiere que vivamos como
cristianos!
“Gracia y Paz”
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