DE LA IRA A LA MISERICORDIA
David Wilkerson
La santidad de Dios exige que
esté airado por el pecado, pero Él ama la misericordia. Ya la sangre de Jesús
satisfizo la justicia de Dios para que Él pueda venir a nosotros a través del
velo rasgado mostrando misericordia y gracia.
El Antiguo Testamento incluye
un poderoso presagio de nuestro Sumo Sacerdote misericordioso. En Números 16,
vemos que toda la congregación de Israel se rebela y murmura contra Moisés y
Aarón. Dios había destruido doscientos cincuenta príncipes, ya que se habían
rebelado contra él y la gente estaba enojada con Moisés y Aarón, por los
muertos. "Al día siguiente, toda la congregación de los israelitas volvió
a murmurar contra Moisés y Aarón, alegando: —Ustedes mataron al pueblo del
Señor" (Números 16:41).
Dios se apareció en una nube,
diciendo a Moisés y Aarón que se alejaran de los demás: "¡Aléjate de
ellos, porque voy a consumirlos - ahora mismo" (Cf. versículo 45).
De repente, una horrible plaga
se desató entre la gente. Aterrorizado, Moisés dijo a Aarón, el sumo sacerdote,
"Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y pon incienso, y ve
pronto a la congregación, y haz expiación por ellos, porque el furor del Señor
ha salido y la mortandad ha comenzado.... Y se puso entre los muertos y los
vivos, y cesó la mortandad "(Números 16:46, 48).
Moisés estaba diciendo:
"¡Corre por el campamento meciendo el incensario para cubrir a las
personas con el incienso." Y Aarón lo hizo.
Aarón es aquí un tipo de
Cristo y el incienso representa las oraciones de Jesús por el pueblo rebelde.
¡Qué imagen tan increíble de Dios mostrando misericordia a través de las
oraciones del Sumo Sacerdote. Vemos el cuadro de Jesús corriendo entre
pecadores rebeldes, elevando oraciones al Padre en su favor. Con cada persona
que rocía, Él clama: "Padre, ten piedad!"
Un abogado es el que le indica
al tribunal lo que es legal, lo que es correcto y debe hacerse. Nuestro Abogado
Jesús dice: "He cumplido con la ley. He pagado el precio para satisfacer
plenamente la justicia de Dios. El diablo nunca puede acusar a Dios de ser
injusto."
Aunque 14,700 Israelitas
murieron por la peste, dos o tres millones de personas deberían haber caído.
Pero ¡Dios tuvo misericordia!
Del mismo modo, Usted y yo
deberíamos haber muerto hace mucho tiempo a causa de nuestro pecado. Pero el
Padre, a través de las oraciones de Jesús, misericordiosamente nos ha guardado
por Su poder.
“Gracia y Paz”
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