“No se conviertan en jueces de
los demás, y así Dios no los juzgará a ustedes. Si son muy duros para
juzgar a otras personas, Dios será igualmente duro con ustedes. Él los tratará
como ustedes traten a los demás. ¿Por qué te fijas en lo malo que hacen otros,
y no te das cuenta de las muchas cosas malas que haces tú? Es como si te fijaras
que en el ojo del otro hay una basurita, y no te dieras cuenta de que en tu ojo
hay una rama. ¿Cómo te atreves a decirle a otro: “Déjame sacarte la
basurita que tienes en el ojo”, si en tu ojo tienes una rama? ¡Hipócrita!
Primero saca la rama que tienes en tu ojo, y así podrás ver bien para sacar la
basurita que está en el ojo del otro” (Mateo 7:1-5).
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