Dios
vigila recorriendo con su mirada toda la tierra, contemplando toda la tierra,
atento a lo que ocurre en ella. Y lo hace porque siempre está dispuesto y listo
para ayudar, para fortalecer, para dar fuerza y mostrar su poder a favor de
aquellos que cuyo corazón es completamente suyo, perfecto para con Él, comprometido
con Él, de tal forma que lo obedecen, confían sinceramente en Él, y muestran
fidelidad a Él.
Cuando Dios recorre la tierra y pasa por donde tú estás...
¿Cuántas veces te ha encontrado buscando su dirección y rogando por su ayuda?
¿Cuántas veces te ha encontrado ocupado(a) haciendo la obra del ministerio que te ha encomendado?
En las decisiones que estás tomando...
¿Cuántas veces has buscado su ayuda?
¿Cuántas veces mejor te has apoyado en la ayuda de
los hombres?
¿Cuántas veces mejor has confiado en tu propia sabiduría?
¿Cuánto de tu corazón le pertenece al Señor?
¿Cuánto de tu corazón está comprometido con el
Señor?
¿Cuánto de lo que hoy estás haciendo significa obedecer
al Señor?
¿Cuánto de lo que haces lo estás haciendo confiando
sinceramente en el Señor?
¿Cuánto de lo que hoy estás haciendo es en
fidelidad al Señor?
Has una introspección honesta de tu vida y contéstate
como estás delante del Señor.
¡Gracia y Paz!
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