¿CONOCES LOS PLANES QUE DIOS TIENE PARA TU VIDA?
Jeremías 29:11
“Porque yo sé los planes que tengo para
vosotros planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una
esperanza”
Uno de los descubrimientos más maravillosos en la vida de
una persona es conocer que está en este mundo porque Dios tiene un propósito
para su vida. En el libro “Una vida con propósito” se encuentra escribió lo
siguiente: “Fuiste creado por Dios y para Dios, y hasta que lo entiendas, tu
vida no tendrá ningún sentido”. La escritura de hoy nos dice que Dios tiene
planes para nosotros, y que sus planes son buenos, pues él desea darnos un
futuro de esperanza, de bienestar y de felicidad.
Dios tiene un plan general para toda la humanidad. Es su
deseo librarnos de la condenación que cayó sobre nosotros cuando Adán y Eva
pecaron. Con ese fin envió a su Hijo Jesucristo, “para que todo aquel que en él
cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Cuando creemos en
Jesucristo, y lo aceptamos como nuestro Salvador somos librados de la
condenación del pecado y tenemos vida eterna. Este es el propósito fundamental
de Dios en nuestras vidas. Y una vez somos justificados, él desea conformarnos
a la imagen de su Hijo para que vivamos junto a él por la eternidad, dice
Romanos 8:29.
Además, Dios tiene un plan específico y personal para
cada ser humano. Su plan para ti es diferente a su plan para mí. Ambos proceden
de Dios, pero hechos a la medida de nuestras personalidades exclusivas, y de
las circunstancias que envuelven nuestras vidas. Pero no solamente Dios tiene
un plan para ti, sino que está muy interesado en que tú sepas cuál es ese plan.
En su carta a los efesios, el apóstol Pablo dice: “Mirad, pues, con diligencia
cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo,
porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de
cuál sea la voluntad del Señor” (Efesios 5:15-17). Es tu responsabilidad
conocer cuál es la voluntad de Dios, cual es su plan en tu vida. Para ello
debes andar como sabio, no como necio o insensato. Debes buscar la sabiduría
que viene de Dios por medio de una vida de comunión con él, leyendo su palabra
diariamente y pasando tiempo en oración cada día de tu vida.
Ahora bien, muchas veces hemos estado orando por mucho
tiempo y no hemos tenido respuesta. Si esto te está sucediendo en estos
momentos, debes analizar tu vida para descubrir la posible razón. Quizás sea
una de las siguientes:
Tu propia voluntad
puede estar estorbando la voluntad de Dios para tu vida. Si tú decides
lo que quieres que ocurra en tu vida, es posible que le estés diciendo a Dios
con tus acciones que no te interesa su plan. Entonces él espera que cambies tu
actitud para actuar.
El pecado no
confesado en tu vida puede ser un obstáculo. Ese pecado puede estar
endureciendo tu corazón hasta el punto de la sordera espiritual, la cual te
impide oír las instrucciones del Señor. ¿Hay algo que se interpone entre tú y
Dios hoy, que necesita ser eliminado? Piénsalo bien.
Una simple duda
puede afectar tu relación con Dios. La duda es totalmente opuesta a la
fe. Y “sin fe es imposible agradar a Dios”, dice Hebreos 11:6. Cree de todo
corazón que Dios desea lo mejor para ti, y quiere revelarte sus planes para tu
vida.
La influencia negativa
de otras personas puede estar alejándote del plan de Dios. Como en el
caso de Job, debemos ser precavidos de los que parecen bien intencionados pero
realmente son “amigos” terriblemente equivocados que nos ofrecen orientación
totalmente errónea.
El afán puede
estar afectando tu relación con Dios. ¿Estás tan afanado en tus propios
planes que te impide tener un momento a solas con el Señor? La Biblia nos dice
en Filipenses 4:6-7: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras
peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la
paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.
Busca el rostro del Señor cada día, ora, lee su palabra,
medita en ella. El Espíritu Santo te capacitará para escuchar su voz y, cuando
sigas sus instrucciones, podrás disfrutar de la vida abundante que Dios ha
planeado para ti.
ORACIÓN:
Padre santo, gracias te doy por los planes que tú tienes
para mí. Dame un oído fino y un corazón receptivo para escuchar y obedecer tus
instrucciones, y que esos planes se hagan realidad en mi vida. En el nombre de
Jesús, Amén.
¡Gracia y Paz!
Dios te Habla
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