Algún día cada uno de nosotros estará frente a frente a nuestro Señor Jesucristo. No sabemos cuándo, pero ese momento habrá de llegar. ¿Te imaginas qué vas a sentir en ese instante? Lo que sientas dependerá principalmente de cuan íntimamente le hayas conocido aquí, de cuanto hayas entendido lo que él hizo por ti en la cruz del Calvario, de cuanto le hayas mostrado tu amor y tu agradecimiento obedeciéndole y sirviéndole. ¿Ya sabes cómo prepararte para ese momento?
¡Gracia y Paz!
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