Salmo 25:4-6
“Muéstrame, oh Señor, tus caminos; enséñame
tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi
salvación; en ti he esperado todo el día. Acuérdate, oh Señor, de tus piedades
y de tus misericordias, que son perpetuas”.
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