¿CÓMO HAS ESCUCHADO LA VOZ DE DIOS?
1 Reyes 19:11-13
“El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte
delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento
que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no
estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el
terremoto. Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y
tras el fuego un silbo apacible y delicado. Y cuando lo oyó Elías, cubrió su
rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino
a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?”
El capítulo 19 del Primer libro de los Reyes nos muestra
al profeta Elías en una situación muy difícil. Había recibido un mensaje de
Jezabel, la mujer del rey Acab, amenazándolo de muerte después de que ella se
enteró de lo que Elías había hecho con los cuatrocientos cincuenta profetas de
Baal, a los cuales él “había matado a espada” (v.1-2). Elías sintió mucho miedo
y huyó para salvar su vida. “Y se metió en una cueva, donde pasó la noche”
(v.9). Estando Elías parado en el monte, vio la grandeza y la majestad de Dios
en el viento y en el terremoto y en el fuego, pero realmente no descubrió nada
hasta que todo estuvo en calma y en silencio. Entonces escuchó la dulce y
apacible voz del Señor.
El Aeropuerto Internacional de Denver es el aeropuerto más
grande de los Estados Unidos y el tercer aeropuerto más grande del mundo. Este
aeropuerto fue inaugurado en febrero de 1995, sustituyendo al viejo Aeropuerto Stapleton,
el cual fue clausurado cuando inauguraron el nuevo. Tres meses después de la clausura
de este aeropuerto, varios cientos de personas dieron una gran fiesta para
celebrar algo que no habían disfrutado durante años: el silencio. Uno de los
vecinos dijo: “Tal parece como si nos hubiésemos mudado para otro lugar. Ahora
podemos sostener una conversación, escuchar la televisión, y trabajar en el
patio sin que los oídos estén a punto de estallar por tanto ruido”.
El mundo actual está lleno de ruidos de todo tipo. Hay
demasiados aviones, automóviles, cortadoras de hierba, televisores, teléfonos,
etc., etc. Es muy fácil que nos sintamos atormentados en medio del bullicio que
nos rodea. En estas condiciones resulta sumamente difícil escuchar la voz de
Dios, mucho menos llegar a conocerle íntimamente. El Salmo 46:10 dice: “Estad
quietos, y conoced que yo soy Dios”. El Señor nos exhorta a permanecer
tranquilos y en silencio si queremos conocerlo. No podremos conocer a nuestro
Padre celestial si no acallamos primeramente el escándalo y las distracciones
de este mundo, y disponemos el corazón para escuchar la dulce voz de su
Espíritu.
Cuando huimos de esos ruidos y nos apartamos para pasar
un tiempo de tranquilidad, meditando en la palabra de Dios, buscando su rostro
en oración, dejando que el Espíritu Santo nos lleve a niveles espirituales
profundos, allí, en silencio, podremos escuchar la voz del Señor y llegar a
conocerlo íntimamente. Allí está la respuesta de Dios para ti. Allí está la paz
que tú necesitas. Búscala cada día de tu vida.
ORACIÓN:
Padre santo, cuánto anhelo y cuánto necesito escuchar tu
voz y sentir tu paz en mi corazón. Ayúdame a encontrar ese momento y ese lugar
en el que, en silencio y quietud, yo pueda irte conociendo más y más cada día.
Te lo pido en el nombre de Jesús, Amén.
¡Gracia y Paz!
Dios te Habla
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