Éxodo 3:7-14
“Dijo luego el
Señor: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su
clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he
descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra
a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del
cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. El
clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he
visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ven, por tanto, ahora, y te
enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.
Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque
de Egipto a los hijos de Israel? Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo;
y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto
al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte. Dijo Moisés a Dios: He aquí que
llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha
enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les
responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a
los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros”.
De todos es
conocida la historia de la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud en
Egipto, llevada a cabo por Moisés, siguiendo las instrucciones de Dios. Pero
quizás haya algunas cosas que hemos pasado por alto. Una vez Moisés y el pueblo
de Israel se encontraron en medio del desierto después de haber salido de
Egipto, ¿de qué manera fueron suplidas las necesidades de más de 2 millones de
personas? El departamento del ejército de los Estados Unidos encargado de los
suministros de las tropas de este país publicó los siguientes datos:
En primer lugar,
alimentar a este número de personas requiere una gran cantidad de comida.
Moisés debía contar con 1,500 toneladas de alimentos cada día. En segundo
lugar, para transportar esa cantidad de comida diariamente se necesitarían dos
trenes de carga de una milla (1.6
Km .) de largo cada uno. Además, necesitaban madera para
hacer un fuego con el cual cocinar la comida. Para esto se requerirían unas
4,000 toneladas de madera cada día, y desde luego varios trenes de carga de una
milla (1.6 Km .)
de largo cada uno para transportarla. Y por supuesto necesitaban agua. Sólo
para beber y lavar unos pocos platos, harían falta unos once millones de
galones diariamente. Para transportar esta cantidad de agua se requeriría un
tren compuesto de 1,800
millas (unos 2,900 Km .) de carros cisternas.
Cuando pensamos
que cruzaron el Mar Rojo en una noche, tenemos que tener en cuenta lo
siguiente: Si hubieran hecho una fila de dos en dos para cruzarlo, la fila
hubiera tenido 800 millas
(1,287 Km .)
de largo y se hubieran requerido 35 días para atravesar el mar. Así es que para
hacer esta travesía en una noche fue necesario que se abriese una brecha en el
mar de tres millas (casi 5 Km .)
de ancho para que la fila fuera de 5,000 personas una al lado de la otra.
Además de todo esto, recordemos también que al final de cada día tenían que
acampar para pasar la noche. Con este fin necesitaban un espacio de unas 750 millas cuadradas. ¡Y
esto solamente para acampar una noche! Y no olvidemos que ellos estuvieron 40
años en el desierto, es decir unos 14,600 días.
¿Acaso Moisés se
puso a pensar en todo esto antes de salir de Egipto? Seguramente que no. El
simplemente confió en YO SOY, el Dios todopoderoso que le dijo: “Ve, porque yo
estaré contigo”. ¡¡Y Dios se encargó de todas estas y muchas otras necesidades
durante todo ese tiempo!!.
¿Te encuentras
en una situación económica difícil? ¿O de cualquier otro tipo? Piensa por un
momento en lo que has leído. ¿Tú crees que Dios tenga algún problema en suplir
todas tus necesidades? ¡¡Ten la completa seguridad de que para él tu imposible
es algo muy fácil!!.
Busca el rostro
del Señor cada día en oración, lee su palabra y aplícala a tu vida. Confía en
Dios en medio de tu necesidad, y él “suplirá todo lo que te falte, conforme a
sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19).
ORACIÓN:
Mi amante Padre
celestial, te doy gracias porque en cualquier situación que me encuentre, por
difícil que sea, puedo acudir a ti en busca de ayuda. Ayúdame a no dudar ni un
solo instante de que tú eres más que suficiente para resolver todos mis
problemas. En el nombre de Jesús, Amén.
“Gracia y Paz”
Dios te Habla
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