Hebreos 4:12 "
Porque la palabra de Dios es viva
y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir
el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos
y las intenciones del corazón".
Isaías 66:2
“Mi mano hizo todas estas cosas,
y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y
humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra”.
Existen muchas versiones de la Biblia para que cada
persona tenga un ejemplar a su propio gusto, pero aunque cueste trabajo creerlo
hoy en día es cuando menos se lee este maravilloso Libro de Dios. Muchos ven a la Biblia como un libro ideal
para tenerlo en la biblioteca de su casa como adorno y hacer alarde de
religiosidad, pero no para leerlo detenidamente y aplicar sus enseñanzas en su vida.
Se dice que entre la gente culta el tener una Biblia y haberla leído es una
señal de gran cultura.
El cristiano fiel y obediente es
el que tiene a la Palabra
de Dios como la regla de su vida, y ante los sabios consejos que en ella
existen, tiembla con un santo temor divino para esforzarse y ponerla en
práctica.
Las bendiciones de Dios están
reservadas solo para aquellos que, por amor al Señor, practican con gozo y
alegría cada una de sus enseñanzas y cada uno de los principios dados en la
gloriosa Palabra de Dios.
El Señor te bendecirá ricamente si
lees su Palabra y la practicas.
ORACIÓN:
Señor, abre mi entendimiento para
comprender lo que tu me dices a través de tus Santas Escrituras. Ayúdame a tener
un corazón dispuesto y un oído atento para escuchar la voz viva de tu Bendita
Palabra. Dame hambre y sed diaria de tu Sabiduría; siembra en mi la constancia
de la lectura cotidiana; alimenta mi deseo por aprender siempre más de ti, por
acercarme a esa fuente viva y recobrar las fuerzas para luchar contra el hambre
y la sed que cercenan las vidas y ahogan las esperanzas de muchos. Aviva en mi
la presencia de tu Santo Espíritu. Que tu Palabra me redarguya, me comprometa,
me interpele y me mueva a practicarla sin demora y a llevarla a los que aún se
encuentran en la oscuridad. Enséñame a discernir desde la perspectiva del
Evangelio la realidad que me ha tocando vivir, y a tener el valor para denunciar
todo aquello que se opone a tu Palabra. Que no acomode tus enseñanzas incisivas
y verdaderas a las doctrinas "Light" de estos tiempos. Enséñame a
confiar sólo en Ti y en tu Santa Palabra, en el nombre de Jesús, Amén.
“Gracia y Paz”
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