1 Corintios 1:18-29
“Porque la palabra de la cruz es
locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es
poder de Dios. Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y
desecharé el entendimiento de los entendidos. ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está
el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la
sabiduría del mundo? Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a
Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura
de la predicación. Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan
sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos
ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así
judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. Porque lo
insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más
fuerte que los hombres. Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois
muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que
lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del
mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo
menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de
que nadie se jacte en su presencia”.
Hebreos 11:1 describe a la fe
como “la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Otra
forma de decir eso, es “saber que Dios honrará su Palabra”.
La razón puede ser la enemiga de
la fe, porque ella trata de “superar” a la confianza en Dios, impulsándonos a
confiar en la inteligencia humana. Este tipo de pensamiento lógico pone la
confianza en el hombre, pero debido a que no somos omniscientes ni
todopoderosos, eso lleva a la incertidumbre y a la intranquilidad.
Mientras tanto, Dios espera con
paciencia que el hombre reconozca su necesidad de un Salvador, y que responda
después con fe. La razón dice: “Yo puedo hacerlo”. La fe dice: “Para Dios todo
es posible” (Mateo 19:26). La razón dice: “Date prisa, y toma lo tuyo antes de
que se acabe”. La fe responde: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta
conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19). La razón
se retuerce nerviosamente las manos, y dice: “¡Tiene que haber una manera
mejor!” La fe mira a Jesús, y le oye susurrar: “Yo soy el camino, y la verdad,
y la vida” (Juan 14:6).
En 1 Corintios 1:19, Dios dice:
“Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé la inteligencia de los
entendidos”. Puede parecer que quienes son del mundo llevan las de ganar ahora,
pero vendrá el día cuando se marchitarán como la hierba. Solo los que
pertenecen a Cristo tienen la salvación eterna. Necesitamos compartir esta
verdad, por amor, con los demás.
“Gracia y Paz”
Meditación Diaria
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