Lucas 22:48
“Entonces Jesús le dijo: Judas,
¿con beso entregas al Hijo del hombre?”
Judas es la figura más trágica en
la historia del mundo; más que Hitler, Mussolini, o Stalin. Como uno de los
doce apóstoles originales, él tenía el privilegio de servirle a Jesús, de
escuchar sus enseñanzas y de observar su vida. Él fue testigo de los milagros,
y del carácter de Jesús, y tenía la posibilidad de grandeza. Pero con todas
éstas ventajas, él vive en la historia como un ladrón y traidor; alguien que
actuó un papel principal en los eventos que condujeron a la crucifixión de nuestro
Señor Jesucristo. Fíjate como lo hizo: no con mala cara o maldición, sino con
un beso. A veces una cara sonriente oculta la verdad.
¿Acaso fingimos honrarle a Jesús
mientras vivimos en el pecado y nos servimos solamente a nosotros mismos? Esto
es el beso de la muerte. Tú tienes la posibilidad de hacer grandes cosas, si
tan solo te entregas a Cristo y dejas que el viva en ti una vida digna de honra
y llena de propósito; una vida que terminará en la vida eterna. ¿Hoy no? ¿Tal
vez mañana? ¿No será esto como un beso que ofreces a Jesús? ¿Con un beso
entregas al Hijo del Hombre?
“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día
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