Mateo 5:14-16
"Vosotros sois la luz del
mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende
una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a
todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres,
para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en
los cielos".
Los Estados Unidos de América ha
sido por mucho tiempo uno de los países más prósperos y poderosos de la tierra,
si no el más próspero y poderoso. Dios ha bendecido tanto a este pueblo a
través de los años, porque fue fundado sobre principios cristianos, y desde
entonces esta nación vivió a la altura de lo que dice el juramento de la
bandera: “Una nación bajo Dios”. Lamentablemente ha habido muchos cambios, y
este país se ha ido alejando progresivamente de los preceptos de los primeros
tiempos, y poco a poco se ha ido convirtiendo en una nación predominantemente
“pos cristiana”. Pero aun peor es el hecho de que en los últimos años ha habido
muchas señales de que la dirección que está tomando la está llevando a
convertirse en una nación “anti cristiana”. Tanto ha penetrado la teología
liberal en las iglesias e instituciones educativas de la nación, que la Palabra de Dios ha sido
relegada o eliminada de muchas instituciones. Basadas en la llamada “separación
de iglesia y estado”, las fuerzas liberales y ateas han logrado remover de
muchos edificios públicos placas y esculturas relativas a las enseñanzas
cristianas, y continúan haciendo esfuerzos por eliminar también de su moneda
nacional la oración “En Dios confiamos”.
A través de todo el mundo vemos
tendencias similares. Nunca antes en la historia de la humanidad la iglesia de
Cristo ha confrontado un desafío de esta envergadura. La Iglesia del Dios vivo debe
ser el faro de esperanza para el mundo, en los tiempos tormentosos y
turbulentos. La Iglesia
fue instituida por Jesús para ser “la luz del mundo”, dice el pasaje de hoy.
Cuando nuestros hijos y nietos son enseñados por diferentes medios acerca de
una moral relativa, debemos apoyarnos en la Palabra de Dios y proclamar con autoridad y sin
temor que existe una verdad absoluta.
Sin duda, muchas veces el
Evangelio de Jesucristo es ofensivo a las personas que están en tinieblas.
Jesús mismo dijo que él sería causa de división, aun entre los miembros de una
misma familia (Lucas 12:52-53). Es natural, pues, que al reflejar la luz de
Dios, aquellos que están en tinieblas serán afectados, pero esta es la única
manera de traer a ellos las buenas nuevas de la salvación, pues “¿cómo
invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien
no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?”, dice Romanos 10:14-15.
La condición espiritual de todo el mundo pudiera mejorar de manera radical, si
los líderes religiosos predicaran con denuedo la Palabra de Dios,
proclamando que Jesucristo es “el camino, y la verdad, y la vida” (Juan 14:6) y
el único medio que llevará al mundo incrédulo al arrepentimiento y a un
avivamiento espiritual.
ORACIÓN:
Padre santo, despierta a tu
pueblo para que juntos clamemos a ti en estos tiempos de necesidad. Te ruego me
des la fuerza y el valor para hablarles a otros acerca de tu Hijo Jesucristo.
Aparta de mí todo temor o timidez cuando se presente la oportunidad de reflejar
tu luz a aquellos que están en tinieblas. En el nombre de Jesús, Amén.
“Gracia y Paz”
Dios te Habla
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