Haz con tus pecados, como Joab
hizo con Absalón. ¡Él tomo tres dardos y los clavó en el corazón de Absalón! (2
Samuel 18:14).
Toma estos tres dardos: la Palabra de Dios, la oración , y la mortificación
¡y clávalos en el corazón de tus codicias, para que mueran!
¿Cuál es el fin de cada
obligación del cristiano en orando y escuchando, sino para debilitar y
mortificar las codicias? ¿Con que fin se
toma esta medicina espiritual… sino para matar el hijo del pecado? ¡El pecado tratará de insinuarse y pedir
indulto, pero no le muestres misericordia!
Cuando Saúl guardo la vida de
Agag perdió el reino. Si tu guardas el pecado perderás el reino celestial. Haz con tu pecado lo que Samuel hizo a Agag,
“Entonces Samuel cortó en pedazos a Agag delante de Jehová en Gilgal” (1 Samuel
15:33).
“Gracia y Paz”
Vida Cristiana
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