1 Timoteo 6:11
“Mas tú, oh hombre de Dios, huye
de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, la caridad, la
paciencia, la mansedumbre”.
La inmoralidad y los vicios
conducen a la ruina, tanto de un individuo como de una nación. Pablo dice que
debemos huir de estas cosas; no discutir, pensar ni demorar, pero huir de las
tentaciones y de los vicios, así como José huyo de la adultera, hasta dejando su
abrigo por escapar a prisa.
Toda la angustia y todos los
problemas que tenemos en nuestros días (drogas, crimen, infidelidad, adulterio,
divorcio, delincuencia juvenil, etc.) todo se debe a esto: hemos dado la
espalda a Dios, ya no se puede mencionar nada de su Palabra en las escuelas, y lo
peor aún, muchos como padres hemos dejado de enseñarles la Palabra de Dios. En otros
tiempos había valores y buenas costumbres, la gente creía en Dios y su Palabra;
al igual muchos países la llegaron a tener como fundamento de su gobierno,
logrando ser las naciones más grandes del mundo. Un hombre de Francia que se
llama Alexis de Tocqueville visitó EE.UU. y manifestó: “América es grande
porque América es buena. Si algún día deja de ser buena, dejará de ser grande”.
Dejemos la codicia, la mentira,
la falsedad, las drogas, la fornicación, el adulterio, y todas la abominaciones
que causan la ruina de un individuo o de una nación. “La justicia engrandece a
la nación; Mas el pecado es afrenta de las naciones” (Proverbios 14:34). Sobre
todo, busquemos la salvación en el único lugar donde se encuentra: en la cruz
del Gólgota donde nuestro Salvador murió en nuestro lugar para redimirnos del
pecado. ¡Gloria a Dios!
“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día
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