1 Juan 3:22
“Y cualquier cosa que pidiéremos,
la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas
que son agradables delante de él”.
Tal vez alguien va a mirar este
verso y dirá, “Bien, yo le he pedido cosas de Dios que no he recibido.” Hay una
condición: Que andemos en compañerismo con Él guardando su palabra, y que
pidamos según su voluntad. Jesús dijo, “Pedís, y no recibís, porque pedís mal,
para gastar en vuestros deleites”. Santiago 4:3. Sin embargo, yo creo que
pensamos demasiado en las condiciones de la oración, sin pensar que grandes son
las promesas, que Grande es nuestro Dios, y que a Él le gusta contestar
nuestras oraciones y darnos cosas buenas. Le gusta cuando ejercemos la fe; le
gusta cuando audazmente entramos en la presencia de nuestro Padre Celestial, y
con fe le pedimos algo. Se complace en contestar la oración de fe. Entonces,
guarda sus mandamientos, haz las cosas que a Él le gustan, y luego,
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” Hebreos 4:16.
“Gracia y Paz”
Un versículo de la Biblia cada Día
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