ÁNIMO
DEUTERONOMIO 31:6
“Esforzaos y cobrad ánimo; no
temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo;
no te dejará, ni te desamparará”.
ANSIEDAD
1 PEDRO 5:6-11
“Humillaos, pues, bajo la
poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda
vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Sed sobrios, y
velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor
buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los
mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Mas
el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después
que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme,
fortalezca y establezca. A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los
siglos. Amén”.
ARREPENTIMIENTO
SALMO 51
“Ten piedad de mí, oh Dios,
conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis
rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo
reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti,
contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas
reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio. He aquí, en
maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre. He aquí, tú amas la
verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. Purifícame
con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve. Hazme oír
gozo y alegría, y se recrearán los huesos que has abatido. Esconde tu rostro de
mis pecados, y borra todas mis maldades. Crea en mí, oh Dios, un corazón
limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de ti,
y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, y
espíritu noble me sustente. Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
y los pecadores se convertirán a ti. Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi
salvación; cantará mi lengua tu justicia. Señor, abre mis labios, y publicará
mi boca tu alabanza. Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; no quieres
holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón
contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. Haz bien con tu benevolencia
a Sion; edifica los muros de Jerusalén. Entonces te agradarán los sacrificios
de justicia, el holocausto u ofrenda del todo quemada; entonces ofrecerán
becerros sobre tu altar”.
“Gracia y Paz”
El Versículo del Día
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