Salmos 119:71
“Bueno me es haber sido
humillado, Para que aprenda tus estatutos”.
¿En alguna ocasión has dicho, “me
hizo bien estar afligido; estar enfermo, perder dinero, o sufrir”? ¿Por qué
diría El Rey David semejante cosa? La última parte del versículo nos explica;
“Para que aprenda tus estatutos”.
A veces es necesario que Dios permita
el castigue que recibimos. A veces necesitamos una aflicción para ganar nuestra
atención; y si el problema o la aflicción es motivo para volver a Dios,
entonces valió la pena y podemos decir con David, “Fue bien que Dios me
castigó, para que yo aprendiera, y me volviera a Él.
Dios no es un padre permisivo e
indulgente. “Os haré pasar bajo la vara, y os haré entrar en los vínculos del
pacto, y apartaré de entre vosotros a los rebeldes y a los que se rebelaron
contra mí…” Ezequiel 20:37-38.
“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día
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