Salmo 143:10 (NTV)
“Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú
eres mi Dios. Que tu buen Espíritu me lleve hacia adelante con pasos firmes”.
En este Salmo, David ora pidiendo dos cosas: Enseñanza
para hacer la voluntad de Dios y que el Espíritu Santo le guie para avanzar con
pasos firmes. Ambos temas van unidos, pues quien hace la voluntad de Dios, avanzará con
la certeza de que va con pasos firmes.
El problema que muchos cristianos vivimos es que conocemos
la voluntad de Dios pero muy pocos caminamos hacia
el frente. Hagamos una petición sabia pidiéndole al Espíritu Santo, cada día al
amanecer, que nos mantenga en el camino. Por ejemplo, hoy tenemos esa oportunidad,
de orar pidiendo ir hacia adelante.
Amado hermano, hermana, ¿Cuántas veces has querido ir a
un lugar y no llegas, o te retrasas porque te “entretuviste” en algo que nada
tenía que ver con tu destino? Esto nos ocurre muchas veces, quizás no siempre,
pero sucede. ¿Cuántas veces has querido leer un libro y no lo terminas?, o
¿Empiezas un proyecto y lo dejas inconcluso?, o ¿Cuántas veces has querido
iniciar un programa de lectura anual de la Biblia y lo has dejado a medio
empezar?
Tal vez tu eres una persona constante, que te mantienes
firme, que concluyes lo que comienzas y que no te distraes en el camino. Pero
para quienes no lo son, les invito a que le pidan a Dios Guía (en su voluntad)
y al Espíritu Santo que les lleve hacia adelante (Constancia, permanencia).
Guía de Dios y Constancia son ingredientes fundamentales
en el avance en todas las áreas de nuestra vida, empezando por el crecimiento
espiritual.
¡Gracia y Paz!
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