“Pero El les dijo: Soy yo; no temáis.
Entonces ellos querían recibirle en la barca, e inmediatamente la barca llegó a
la tierra a donde iban” (Juan 6:20-21).
Cuando Jesús se acerca a sus discípulos para consolarlos
en el momento de su peor pesadilla, una tormenta en mar abierto. El les dijo: "Yo
soy, no se teman". Aquí hay dos cuestiones muy relevantes: en primer lugar,
Jesús dice "Yo Soy" identificándose con Dios quien salvó a Moisés y
los Israelitas de Egipto. En segundo lugar, utiliza un mandamiento que se
encuentra por toda la Biblia: "No teman". Cuando estamos dispuestos a
invitar a Jesús que nos acompañe en medio de nuestras tormentas, no solo nos
dice, "Yo soy, no teman", sino también nos ayuda a encontrar el
camino a nuestro destino más importante: la
salvación eterna.
Oración:
Oh Dios, el Gran "Yo Soy," Tú que redimiste al
pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto, Tú que ganaste grandes victoria
para David y levantaste a Jesús de la muerte. Sé que me puedes salvar de
cualquier cosa que me pueda sobrevenir. Por favor perdóname cuando soy débil en
la Fe. Fortaléceme y ayúdame a confiar más en tu presencia. Te lo ruego en el nombre
poderoso de Jesús, Amén.
¡Gracia y Paz!
Aliento Diario
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