“¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el
que guarda las palabras de la profecía de este libro” (Apocalipsis 22:7).
“He aquí, vengo pronto” Esta expresión significa que no
hay hora que el hombre conozca en la cual Cristo vendrá (Apocalipsis 3:3). Por
lo consiguiente, Jesucristo da a conocer que su venida esta cerca, como una
forma de advertencia, para que nos santifiquemos y lo esperemos cada día,
sometiéndonos en obediencia a su Palabra.
“Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía
de este libro”. Dichoso, bendecido, es el que retiene la Palabra de Dios en su
corazón, la cumple y la pone por obra, porque la fe sin obra es muerta
(Santiago 2:17). Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en
los cielos, ese es mi hermano, hermana, y madre (Mateo 12:50). Cuando vivimos
la palabra, estamos viviendo en Cristo, porque ellas son las que dan testimonio
de Jesús (Juan 5:39).
¡Gracia y Paz!
Solo Salva Cristo
Domingo Cruz
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