El carácter de un justo se manifiesta por la manera en
que él se ajusta a los parámetros de la Palabra de Dios. En nuestra relación
con el Señor hay algo fundamental que él espera que nosotros hagamos: buscar su
voluntad y obedecerla fielmente. Cuando obedecemos, automáticamente Dios hace
su parte y resultamos más que bendecidos. No te avergüences de vivir como un
justo fiel y obediente pues los valientes que se atreven a andar de esta manera
gozan del privilegio de vivir bajo el favor de Dios.
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