ORACIÓN:
Bendito Padre celestial, oh mi amado Señor, perdóname por esas
ocasiones en que me invade la tristeza, el desanimo, la apatía, el cansancio, y
no tengo deseos de alabarte ni de elevar mis oraciones a ti. Ayúdame, por
favor, a reavivar constantemente mi anhelo por obedecerte y hacer todo lo que a
ti te agrada. Por favor, pon en mi corazón una pasión por buscar tu voluntad y
obedecerla por encima de mis emociones y mis estados de ánimo. En el nombre de
Jesús, Amén.
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