martes, 11 de marzo de 2014

¿Te hace falta paciencia y perseverancia?



¿Te hace falta paciencia y perseverancia?

Santiago 1:2-4
"Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna".

¿Has escuchado alguna vez la expresión "golpearse contra la pared?" ¿Suena doloroso, no es cierto? Esta expresión la usan algunas personas a veces para describir cómo se sienten cuando llegan al agotamiento poco después de haber iniciado una caminata o carrera por el parque. Los síntomas incluyen aceleramiento del ritmo del corazón, abundante sudoración, y una respiración agitada y dificultosa, mientras los pulmones se mantienen luchando por aire. Para estos nuevos "atletas" éste es el punto en el cual tienen que detenerse pues simplemente no pueden dar un paso más. Cuando experimentan estas sensaciones, muchas personas se rinden y abandonan su propósito de correr. ¡Increíble! Después de todo se supone que el ejercicio debía hacerles sentir bien, ¿no es así?

El problema es que estos nuevos atletas todavía no han alcanzado la resistencia física que los capacita para continuar creciendo en fortaleza y poder correr una mayor distancia cada día. Esta resistencia es el resultado de la constancia, la disciplina y la disposición a sufrir con el fin de obtener buenos resultados. Esto se aplica tanto al aspecto físico como a la vida espiritual. En ambos casos se requiere determinación para seguir adelante aun en medio de las dificultades que puedan aparecer.

Una pequeña historia nos ilustra este proceso. Dice que en una ocasión un niño estaba mirando como un gusano de seda, a punto de convertirse en una mariposa, luchaba por salir del capullo en donde se había desarrollado. Sintiendo compasión por el insecto, el niño decidió ayudarle terminando de romper el capullo y permitiendo que saliera al exterior. Sin embargo poco tiempo después la mariposa murió, pues al interrumpirse el proceso natural de la metamorfosis, sus alas no pudieron fortalecerse lo suficiente para permitirle volar y desarrollar su vida normalmente.

El pasaje de hoy nos muestra el progreso del vigor espiritual. En primer lugar nos afirma que en este mundo vamos a encontrar pruebas con toda seguridad. No dice “Si os halláis en pruebas”, sino “Cuando os halléis en diversas pruebas.” También nos enseña que, si mantenemos nuestra fe, las pruebas producen "paciencia", esto es resistencia. La paciencia, una vez adquirida, nos permite continuar hasta el final del proceso de santificación cuyo resultado es madurez espiritual o "perfección". Si cuando estamos en medio de una prueba, consideramos el resultado que Dios quiere ver en nosotros y ponemos en él nuestra confianza, aunque parezca imposible podemos sentir gozo aún en medio del dolor y la aflicción. Y los resultados serán de bendición para nuestras vidas, pues llegaremos a crecer espiritualmente al punto que seremos maduros y cabales, es decir, completos y sin que nos falte “cosa alguna”.

Si estás en medio de una prueba en estos momentos, concentra tu atención en tu Padre celestial. Piensa que él está totalmente conciente de lo que estás pasando. Él conoce tus dolores, tu incomodidad, las molestias que te afectan. Y le duelen tanto o más que a ti, pero, en su infinita sabiduría, él sabe también que es algo pasajero y que todo será para tu bien. Así lo dice Romanos 8:28: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”. Esta promesa es para aquellos que amamos al Señor, y le buscamos diariamente y obedecemos sus preceptos. Estos son “los que aman a Dios”, dice Jesús en Juan 14:21.

Confía en el Señor y pídele que te ayude a crear en ti las condiciones espirituales para resistir, sentir gozo y triunfar en medio de las pruebas. Lee la Biblia todos los días y pasa tiempo en oración buscando una comunión más íntima con Dios. Sin duda encontrarás obstáculos que te dificulten lograr este objetivo, pero mantente firme. Te sorprenderá cuando sientas la paz y la tranquilidad que llegará a tu vida.

ORACIÓN:
Padre Santo, perdóname mi falta de capacidad, mi debilidad y mi falta de perseverancia en los proyectos que inicio y no termino. Por favor, ayúdame, dame determinación y fortaleza para ser constante en todas las cosas que hago. Te ruego me capacites para superar todas mis pruebas sabiendo que todo lo que tú permites en mi vida tiene siempre un buen propósito. Ayúdame en mi caminar espiritual a mantenerme firme para que yo pueda madurar como tú lo deseas. Te lo pido en nombre de Jesús, Amén.


“Gracia y Paz”
Dios te Habla


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