Quien no ha
escuchado las quejas: "Mi esposo no me hace feliz", "Mi esposa debería
ser distinta". No pienses sólo en recibir, sino también en dar. ¿Recuerdas
lo que dice la Escritura ?:
"Más bienaventurado es dar, que recibir" (Hechos 20:35).
Puedes
proponerte hacer feliz a tu cónyuge. Busca el momento apropiado para conversar
y traten de identificar las cosas que no les gustan de sí mismos. Ambos deben de
fijarse propósitos, tratando de aplicar por lo menos las siete claves que les
comparto a continuación. No pienses solo en tu felicidad, sino primero en la
del otro. No trates de cambiar a tu pareja, mejor proponte cambiar tú mismo(a),
y pronto ¡Verás los resultados!
En una investigación
sobre “Familias estables y felices”, se estudiaron a 3,000 parejas de diversas
nacionalidades para establecer los puntos que tenían en común y se llegó a la
conclusión que habían 6 leyes que caracterizan a las familias sólidas. En este
estudio considerare una 7ª. aún más importante.
1- COMPROMISO
CON LOS DEMÁS
Los hogares
felices, valoran la familia como unidad, por encima de las necesidades y deseos
individuales.
Ayudarse
mutuamente a desarrollar el carácter. Antes de crear a la mujer, Dios dijo:
"No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él"
(Génesis 2:18).
2- APRECIO
Las familias
felices se aprecian mutuamente, se aman. Veamos los puntos positivos y las
virtudes de nuestro cónyuge, y no solamente las flaquezas. En lugar de
críticas, destáquense las buenas cualidades recíprocamente, estimularán el amor
y la superación. Eviten las palabras ásperas y ofensivas.
El consejo de
Dios es: "Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el
señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas”
Colosenses 3:18-19.
3- COMUNICACIÓN
a- Un
investigador calculó, que las parejas tienen un promedio de 17 minutos de
conversación por semana. ¡La semana tiene 10.080 minutos!
4- PASAR TIEMPO
JUNTOS
Se les preguntó
a 1,500 escolares: ¿Qué crees que hace más feliz a una familia? La respuesta
más frecuente fue: "Hacer cosas juntos".
5- UNIDOS EN LA ADVERSIDAD
Una familia
sólida se une para hacer frente a los desafíos de una crisis, pues hay un
compromiso mutuo. Si hay problemas, no busquemos culpables, sino soluciones. No
cuesta nada decir: "lo lamento" o "te perdono". La pareja
no debe acostarse nunca enojada. "No se ponga el sol sobre vuestro
enojo" (Efesios 4:26).
6- ESTRUCTURA
MORAL
El denominador
común en las familias estables es el cultivo de las virtudes cristianas. La
estructura moral incluye: Integridad, honradez, lealtad, responsabilidad,
virtud moral y los principios de la utilidad y del amor. Los principios de los
10 mandamientos debieran estar en cada corazón, pues traen bendición. Las
Escrituras Sagradas dicen: "¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me
temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y
a sus hijos les fuese bien para siempre" (Deuteronomio 4:29).
7- DIOS EN EL
HOGAR
El diálogo sobre
cosas profundas, une a la pareja maravillosamente. Dios desea bendecir a
quienes lo buscan y le aman. Solamente Él puede cambiar nuestro carácter,
darnos fortaleza en las horas difíciles y guardar a nuestros hijos de los
grandes peligros que enfrentan.
No descuides tu
vida devocional y espiritual. Haz de las Sagradas Escrituras la guía para tu
vida y tu hogar. Ella nos aconseja, nos orienta, ilumina la senda de nuestra
vida y nos llena de esperanza.
Si has fracasado
en tu vida conyugal, busca a Dios, pues nadie mejor que Él para cambiar el
rumbo de nuestra vida. Si eres feliz dale gracias y cuida esa bendición. Pero,
muy importante, ¡haz tu parte,
practicando los principios del amor!
"El amor es
sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se
envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda
rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre,
todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser […] Y
ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de
ellos es el amor" (1 Corintios 13:4-8; 13).
¡Antes de pensar
en el divorcio, piensa en tus hijos!
“...¿No habéis
leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por
esto el hombre dejará Padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una
sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que
Dios juntó no lo separe el hombre” (Mateo 19:4-6).
“Pero a los que
está unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: que la mujer no se
separe del marido; y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su
marido; y que el marido no abandone a su mujer” (1 Corintios 7:10-11).
“Gracia y Paz”
Edificando Matrimonios
conforme al propósito de Dios
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